En el 2016 han confluido factores que no prometen mejorar el aporte de la agricultura a la economía, el cual cayó 3,1 % en el primer trimestre.
La agricultura como una oportunidad para la economía del país se volvió una de las consignas de moda, sobre todo después de la caída de los precios internacionales del petróleo. Sin embargo, hay factores que permiten prever que el balance de este año no le sonreirá al sector agropecuario tanto como podría. El 2016 ha estado marcado por situaciones que han jugado en contra de los agricultores: la escalada de la tasa de cambio, el fenómeno de El Niño y ahora el paro camionero.
Los efectos directos de la protesta son, en resumen, las dificultades para sacar los productos y acceder a los insumos para producirlos. De acuerdo con Fedepalma, en una semana de paro de transporte “las pérdidas que registra la agroindustria palmera alcanzan $1.000 millones, a causa de bloqueos y ataques a vehículos que transportan productos”, dijo el presidente ejecutivo del gremio, Jens Mesa.
Según la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores (Asocolflores), el represamiento “afecta la competitividad del sector floricultor al ser el costo de transacción del transporte de las mercancías uno de los mayores determinantes del precio final del producto”. Según los últimos datos de exportaciones, las ventas externas de flores cayeron casi 40 % en valor, al comparar mayo (antes de iniciarse el paro) de 2015 con el mismo mes de 2016.
Los cafeteros, cuyas exportaciones andan de capa caída, también se pronunciaron sobre los bloqueos. Estos, según la Federación Nacional de Cafeteros, han afectado “el comercio de café, actividad de la que dependen económicamente miles de familias a nivel nacional, al impedir el movimiento del grano desde los centros de acopio hasta los centros de trilla y desde éstos hacia los puertos marítimos”. Tanto la producción como la exportación de café cayeron 7 % el mes pasado, principalmente a causa del fenómeno de El Niño.
El sector papero, afectado en zonas como Nariño, Cauca, Boyacá, Cundinamarca y Antioquia, asegura que desde el puerto de Buenaventura no se han podido transportar fertilizantes, entre otros insumos. De acuerdo con Germán Palacio, gerente de Fedepapa, a pesar de la situación económica y de orden público y climático, se mantienen en la proyección de producir para el segundo semestre cerca de 1,6 millones de toneladas, frente a los 1,1 millones de la primera parte del año. Según Palacio, la estimación se afectaría en la medida en que el paro se prolongue.
Los productores de leche, que se encuentran en gran medida ubicados en las zonas de bloqueos, como el altiplano Cundiboyacense, al momento de esta publicación aún no habían calculado sus pérdidas. Sin embargo, hicieron un llamado para facilitar el transporte de leche, alimento “fundamental en la ración diaria, especialmente de niños y ancianos”, de acuerdo con un pronunciamiento de Analac.
En últimas, la afectación llega al bolsillo del consumidor. El gre mio avicultor, Fenavi, aseguró que “de continuar el paro, seguirán interrumpidos los flujos de materias primas, no será posible reiniciar los ciclos de pollo de engorde y las aves de postura dejarán de poner huevos. Esto afectará de manera inmediata la oferta de estos productos, los precios al consumidor y la viabilidad económica de las empresas avícolas”.
Según el reporte del DANE, los precios de las hortalizas, frutas y tubérculos han escalado en los últimos días. Con datos del miércoles, la cebolla larga había incrementado su precio hasta en 100 % en ciudades como Montería, donde el kilo supera los $8.300. “De igual forma, en la Central Mayorista de Bogotá, Corabastos, el kilo se vendió a $6.667 y mostró un incremento del 33 %, ya que los bloqueos en el departamento de Boyacá han dificultado el ingreso de esta legumbre procedente desde Aquitania (Boyacá)”, dijo la entidad.
Otros productos que se han encarecido son la habichuela, el pepino cohombro, el pimentón, la remolacha, la zanahoria y la ahuyama. Entre las frutas que han disminuido su oferta están el limón, la mandarina, el mango y la naranja. La papa, tanto criolla como negra, resumió el gerente de Fedepapa, no baja de $2.000 por kilo.
La situación tiene a productores y consumidores con calculadora en mano. Los efectos que se experimentan a diario en el bolsillo de los colombianos sin duda se verán reflejados en cifras como la inflación al consumidor y al productor. También en las exportaciones, con las cuales se empezó a incumplir desde hace días, de acuerdo con la Sociedad de Agricultores de Colombia, a causa de la protesta transportadora.
Finalmente, la capacidad de maniobra que tenga el sector agropecuario incidirá en su aporte a la economía, que no tuvo el mejor inicio de año. Según la cifra del Producto Interno Bruto del primer trimestre de 2016, la mayor caída la tuvieron agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, un 3,1 % a la baja, muy lejos del -0,9 % que experimentó el sector minero.
Fuente: El espectador
Fotografía: El espectador