Nueva regulación del Sicetac: ¿Un paso hacia la transparencia en el transporte de carga o una carga extra para el sector?

La normativa también refuerza el papel del Registro Nacional de Despachos de Carga (RNDC), exigiendo a los generadores de carga registrar información veraz y precisa. Asimismo, el valor del flete debe consignarse en los contratos de transporte conforme a las disposiciones legales vigentes, sin descuentos no autorizados que puedan vulnerar los derechos de los propietarios de los vehículos.

También le puede interesar: Peajes y combustibles impulsan el aumento de los costos del transporte de carga en Colombia

Obligaciones y sanciones claras

De acuerdo con el Decreto 1079 de 2015, los generadores de carga tienen tres principales responsabilidades:

1. Pagar el flete completo según lo pactado en el contrato.
2. Registrar información precisa en el RNDC.
3. Establecer el valor del flete en el contrato, en línea con las normativas del Sicetac.

El incumplimiento de estas obligaciones puede derivar en sanciones severas, que van desde multas hasta la cancelación de habilitaciones para operar. Pactar pagos inferiores a los costos establecidos no solo perjudica la estabilidad del sector, sino que podría considerarse competencia desleal.

La Superintendencia de Transporte también está apostando por la tecnología para reforzar estas medidas. Su infraestructura tecnológica permitirá detectar y sancionar prácticas sistemáticas de pagos por debajo de los costos eficientes. Según las autoridades, esta transformación digital fortalecerá el análisis de datos y la coordinación interinstitucional con el Ministerio de Transporte y la Superintendencia de Industria y Comercio, garantizando un control más efectivo.

Aunque esta normativa promete mayor transparencia, algunos actores del sector se preguntan si no podría convertirse en una carga adicional para las empresas, especialmente en un entorno económico desafiante. Sin embargo, los defensores de la medida argumentan que estas regulaciones nivelarán el terreno de juego, permitiendo que todos los participantes operen bajo reglas claras y justas.

El manifiesto electrónico de carga también ocupa un lugar central en estas nuevas directrices. Este documento, que formaliza las operaciones de transporte, debe ser diligenciado con precisión. En caso de errores o rechazo por parte del titular, las empresas deberán anularlo y emitir uno nuevo, asegurando la integridad de las operaciones.

También le puede interesar: El transporte de carga en Colombia: una crisis que frena el motor de la economía

La implementación rigurosa del Sicetac representa un esfuerzo por regular un sector clave para la economía nacional, garantizando que los costos reflejen la realidad operativa. Sin embargo, el éxito de esta iniciativa dependerá de la capacidad de la Superintendencia para mantener un monitoreo constante y de la disposición de los actores del sector para adaptarse a las nuevas reglas.

En un mercado que mueve millones de toneladas de carga al año, las decisiones tomadas hoy no solo impactan la logística nacional, sino también la competitividad de Colombia frente a sus socios internacionales. Solo el tiempo dirá si estas medidas logran el equilibrio prometido entre transparencia, justicia y eficiencia operativa.

Fuente: Portafolio