Transporte

¿Salvar a operadores sí destrabará al SITP?

Los próximos dos años serán decisivos para saber si la implementación del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) llegará a feliz término o no. En diálogo con EL TIEMPO, el superintendente de Puertos y Transporte, Javier Jaramillo, explicó en qué consisten los planes de salvamento de las dos empresas intervenidas que concentran el 40 por […]

Los próximos dos años serán decisivos para saber si la implementación del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) llegará a feliz término o no.

En diálogo con EL TIEMPO, el superintendente de Puertos y Transporte, Javier Jaramillo, explicó en qué consisten los planes de salvamento de las dos empresas intervenidas que concentran el 40 por ciento de las rutas y que hasta hoy tenían en jaque al SITP: Coobús y Egobús.

 

Aseguró que se abren oportunidades para que nuevos inversionistas hagan parte del SITP. En dos años, si los dos concesionarios cumplen las estrategias a cabalidad, saldrán de la crisis, de lo contrario, podría haber nuevas licitaciones “sin afectar la prestación del servicio”.

Ambas empresas aprobaron los planes por mayoría. ¿En qué consisten?

Desde noviembre, TransMilenio y la Superintendencia han creado los planes para capitalizar ambas firmas y devolverles la gobernabilidad sin que los pequeños propietarios de buses perdieran su inversión o se quedaran por fuera del negocio. En el caso de Coobús, la asamblea aprobó que de las rentas que se debían pagar a esos propietarios, el 28 por ciento se destinara a capitalizar la empresa durante 8 años. Egobús hizo lo mismo, pero con el 30 por ciento a 5 años. Con ese, se garantiza que queden como accionistas de las dos firmas concesionarias del SITP.

¿Y con eso saldrán a flote?

No, la idea es que también haya otros privados y que tanto Coobús como Egobús busquen socios estratégicos como ensambladoras de vehículos, bancos u otro tipo de empresas que contribuyan a capitalizar y a fortalecer a los concesionarios. Se hará públicamente, pues los operadores deben abrir el proceso para recibir propuestas.

Mientras eso sucede, ¿cómo avanzará la implementación del SITP?

El Distrito sacó un decreto en el que dispone de 200.000 millones de pesos para que los pequeños propietarios de buses le vendan a la ciudad los derechos de renta de sus vehículos. Con los planes de salvamento aprobados, los propietarios afiliados a Coobús y Egobús podrá participar. Esto es como una especie de crédito, pues el Distrito da la plata hoy, pero los operadores deben pagarle las rentas.

¿No era mejor evitar llegar a este escenario y abrir una nueva licitación?

Ir a una licitación ahora no demora menos de 18 meses y esto afectaría a los usuarios de transporte público.

Y si el salvamento no funciona, ¿no se corre también con el riesgo de que se afecte a los usuarios?

Con la adquisición de esos derechos de renta, TransMilenio firma un convenio empresarial con estos pequeños propietarios de buses y así podrá operar la flota. Son 3.000 buses que quedarían dentro de esos convenios. Es como si se pusieran en arrendamiento los buses y, si no funciona, se sigue prestando servicio y con los flujos de caja se paga el arrendamiento, hasta que se vuelva a licitar.

Cuando la Supertransporte intervino a los dos concesionarios, ¿qué encontró?

Grandes problemas financieros, pero sobre todo de gobernabilidad. Era como escuchar a 1.000 pequeños propietarios que no se ponían de acuerdo con nada: ni dónde comprar repuestos, ni nada.

¿Cómo lo resolvieron?

Empezamos a socializar con ellos qué se podría hacer para sacar adelante a las empresas. Tenemos un gerente externo que removió la administración y las juntas directivas para darle un vuelco a la gobernabilidad. Ya hubo asambleas que aprobaron los planes y ahora falta afinar cómo queda el tema de sociedades y buscar el financiero que apalanque la compra de buses.

Pero la banca no confía ni en Coobús ni en Egobús…

Para eso se creó un vehículo de propósito especial, que es un ente que deberá conseguir la financiación de la operación de los buses. Las propuestas pueden venir de un banco, un fabricante o incluso un operador. Además, durante dos años seremos la sombra de estas empresas, para asegurarnos de que salgan adelante.

¿Cuándo dejaremos de preocuparnos por el retraso que le impongan al SITP?

Depende de desempeño de cada sociedad. Hay muchas variables que pueden retrasar o adelantar el punto de equilibrio financiero de los concesionarios, como la variación en el precio de los combustibles, por ejemplo. Pero en un mundo ideal, en los dos años que los vigilemos, lograrán equilibrarse y coger experiencia como sociedad empresarial.

¿Con los 3.000 buses de Coobús y Egobús el Distrito podría crear su propia empresa de transporte?

Dudo que Distrito aproveche para crear una empresa pública de buses. Lo veo muy remoto. Los buses no son de Distrito, sino del vehículo de propósito especial. El Distrito podría quedar como un socio más adelante, si las empresas no tuvieran cómo pagarle las rentas, pero me sigue pareciendo remoto.

Fuente: El Tiempo

Fotografía: Wikipedia

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