Acudieron el viceministro de transporte y representantes del gremio de los taxistas.
Al término de la reunión, el vocero de Taxis Libres, Uldarico Peña, dijo que el ministerio les informó que todavía no hay una decisión en firme sobre el servicio Uber.
En la reunión estuvieron el viceministro de Transporte, Nicolás Estupiñán; el superintendente de Puertos y Tranhsporte, Juan Miguel Durájn; la directora Nacional de Transporte y Tránsito, Ayda Lucy Ospina, un representante del ministerio del Trabajo, cuatro representantes de empresas de taxis y tres sindicatos.
“El Viceministro Estupiñán nos informó que no hay ningún decreto para autorizar a Uber a prestar el servicio con vehículos especiales, lo que intentó decir fue que existe un borrador decreto donde los carros amarillos de una más alta gama podrán, con una tarifa superior a la que existe, prestar el servicio especial; pero que ese decreto deberá estipular los costos con conductores especiales, de acuerdo a las necesidades de la ciudadanía. Y en ningún momento los carros blancos podrán prestar los servicios que ofrecen los vehículos del servicio individual (amarillos) en Bogotá, ni utilizar los servicios de Uber para hacerlo”, dijo Peña al salir de la reunión.
Para las próximas horas se espera un pronunciamiento oficial del Gobierno sobre las conclusiones de la reunión.
Decreto que alista Gobierno pondría en cintura a taxis especiales
Los vehículos que presten este servicio serían de alta gama y con conductores uniformados.
El Gobierno Nacional prepara un decreto que reglamentaría la prestación del servicio de taxi de alta calidad, como el que presta Uber, pero que dejaría por fuera a los carros blancos. Los vehículos que presten este servicio serían de alta gama y con conductores uniformados, entre otros requisitos.
En las últimas semanas, el gremio de taxistas y los conductores de vehículos blancos de servicio especial se han enfrentado por la competencia desleal que ha generado Uber, una aplicación móvil que contacta a los pasajeros con los carros blancos que solo están habilitados para hacer rutas escolares, de turismo y empresariales, pero que trabajan como transporte público individual de manera ilegal. (Lea también: En dos semanas, Gobierno expediría norma para zanjar polémica por Uber).
Según afirmó el viceministro de Transporte, Nicolás Estupiñán, este decreto sería expedido dentro de dos semanas. “Deberán usar vehículos con unas características diferenciales, como que sean de alta gama y que tengan conductores uniformados para garantizar confiabilidad y la prestación adecuada del servicio”, sostuvo. (Vea: Uber y taxis: una misma ruta, dos servicios con notables diferencias).
Además, Estupiñán aclaró que con esta modificación no se autorizaría a los vehículos de placa blanca a seguir funcionando como lo venían haciendo con la aplicación Uber, pues están trabajando como taxis, con lo cual incumplen la norma.
“El problema no es Uber, porque esta aplicación sirve como puente entre el vehículo y el usuario, sino los vehículos que usa para poder responder a las necesidades, porque nos distorsiona todas las diferencias tarifarias, y por tanto se encuentra al margen de la ley”, aseguró.
En este punto concuerdan los representantes del gremio de taxistas, quienes aseguran que hay una competencia desleal con los vehículos blancos, por por los cobros a los pasajeros:
“Estos carros no tienen tarifas autorizadas por la Secretaría de Movilidad, como sí las tienen los taxis, por eso cobran hasta tres veces más que nosotros”, explicó Uldarico Peña, empresario del gremio de taxistas.
Aunque en la actualidad solo hay 1.200 vehículos de placas blancas matriculados en Bogotá trabajando con la aplicación Uber –puede haber más de otras ciudades–, frente a los más de 50.000 taxis que circular por la ciudad, Peña señaló que, a diario, cerca de 10.500 carros amarillos quedan estacionados por el pico y placa, mientras que los carros blancos no tienen esta restricción.
Para José Stalin Rojas, experto en Movilidad de la Universidad Nacional, el modelo de negocio que sostienen los vehículos de Uber permite tener mayor rentabilidad que los tradicionales taxis.
“Estos están dirigidos a un mercado masivo y los Uber a un mercado especializado. La única forma de aumentar las ganancias diarias para los taxis amarillos es hacer más carreras en el día, pero a pesar de ello no alcanzarán a igualar a los márgenes de ganancia de los Uber”, anotó.
Por esta razón, Rojas propone reevaluar el modelo tradicional de afiliación por cupos de los taxistas, y pensar en los cambios que generan las nuevas tecnologías en este negocio: “El nuevo modelo será una oportunidad para revaluar el modo de afiliación de taxis y, al mismo tiempo, deberá integrar la seguridad social de los taxistas y la seguridad y comodidad de los usuarios”, sostuvo.
Liz Cordero, representante de la Asociación Nacional de Propietarios y Conductores de Servicios Especial (Aproses), defendió el modo de trabajo que desempeñan con la aplicación Uber:
“Nosotros no nos tomaremos las calles de Bogotá con el servicio, ni competimos con los taxistas. Nuestros clientes son VIP, y no los recogemos en la calles, sino que ellos nos solicitan a través de la aplicación”, dijo.
Cordero señaló que están conversando con el Ministerio de Transporte, pues, según ellos, su actividad no es ilegal, dado que están afiliados a empresas de transporte avaladas por esta cartera.
“Hay que diferenciar entre los cupos que tienen los taxistas y las afiliaciones que nos toca hacer a nosotros. El Ministerio nos pide tener contratos con empresas autorizadas y así los tenemos”, explicó.
Sin embargo, el viceminsitro de Transporte, sostuvo que la actividad que desempeñan se encuentra fuera de la norma, por ende tendrá que reglamentarse.
Al cierre de esta edición, representantes del transporte especial sostenían una reunión con el Ministerio para flexibilizar el decreto.
Este es el lío con los vehículos blancos de Uber
Desde finales del año pasado comenzó a funcionar la aplicación Uber en la ciudad, que permite solicitar un servicio especial (vehículo blanco) para realizar recorridos.
Estos carros son camionetas Van, en su mayoría, por lo que según el decreto 174 de 2001 están catalogadas como prestadores de servicio especial, es decir, para recorridos turísticos, de rutas escolares o empresariales, entre otros.
Por esa razón, a diferencia de los taxis, que tienen tarifas reguladas por la Secretaría de Movilidad, el pago a los vehículos blancos se realiza de acuerdo al servicio que prestan, pero para ello deben estar afiliados a empresas avaladas por el Ministerio de Transporte.
Según indicó Nicolás Estupiñán, viceministro de esta cartera, el problema del servicio con Uber no es la aplicación, pues esta es una herramienta tecnológica que sirve como puente entre el vehículo y el pasajero, sino con los carros blancos que no están autorizados para prestar servicio de transporte individual, como lo hacen los taxis.
Además, las tarifas que cobran los vehículos blancos no están reguladas por la Secretaría de Movilidad, por lo que, según el funcionario, se distorsionaría la diferencia tarifaria.
Fuente: El Tiempo
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