Así estaría llegando el cemento al puerto de Barranquilla, según denuncia.
La materia prima estaría llegando a Colombia procedente de países del sur de Europa y el eje del Mediterráneo, Grecia y Turquía.
La estructura del mercado de cemento en Colombia ha venido cambiando en los últimos años, “situación que ha llevado a que los productores internacionales vendan esta materia prima en el país al precio que paguen sus costos fijos”.
Así lo explica una carta conocida por Portafolio, en la cual también se denuncia que las autoridades ambientales nacionales han empezado a expresar su preocupación por “un hecho novedoso en el comercio exterior colombiano: la llegada de cemento a granel, sin empaque y sin restricciones, a los puertos del país”, tales como los de Barranquilla, Cartagena y Buenaventura que dan cuenta de la situación (ver foto anexa).
Incluso, se pudo constatar que la materia prima estaría llegando a Colombia desde el sur de Europa, el Mediterráneo, Grecia, Turquía y, por excedentes, de países asiáticos –como China y Vietnam– y del Medio Oriente, con la salvedad de que no es preciso si llega a granel o en sacos.
En este sentido, este diario contactó a la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) y prefirió no pronunciarse con respecto al tema. Sin embargo, varios analistas del sector sí coincidieron en afirmar que este fenómenos no es algo nuevo en Colombia y, efectivamente, les preocupa.
Para la ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture, no hay reglamento técnico para el producto en sí, por lo que se debe aplicar el reglamento para el modo en que se transporta el producto.
Agrega que en este caso, se deben establecer los procedimientos en los puertos.
Al respecto, Víctor Pavón Villamayor, presidente ejecutivo de Oxford Competition Economics –firma que, precisamente, viene ultimando detalles de un estudio sobre el tema–, señaló que las importaciones de cemento a granel a Colombia, sin empaque y sin mayores controles, preocupa desde, al menos, tres perspectivas. La primera de ellas –explicó el directivo– está relacionada con lo ambiental.
“Resulta indispensable que todas las empresas que abastecen el mercado nacional, ya sea porque producen directamente o realizan actividades de importación, se encuentren sujetas a los mismos estándares para el manejo del producto, preservación de su calidad y protección del medioambiente. No hacerlo va en detrimento de la eficiencia operativa de toda la industria”, dijo el directivo. La segunda inquietud, agregó Pavón, tiene que ver con la competencia económica en la industria.
COMPETENCIA DESLEAL
Según el directivo de Oxford Competition Economics, “en la medida en que las mejores prácticas internacionales para el manejo del producto, la calidad y la protección al ambiente no sean homogéneas en toda la industria, las empresas colombianas que hoy producen y distribuyen, bajo los estándares más altos del mercado, están siendo sometidas a competencia desleal, vía la importación de producto fuera de estos mismo estándares”.
La tercera preocupación –señaló el ejecutivo–, es un tema más de largo plazo: la apertura comercial de Colombia ha generado importantes oportunidades para el desarrollo de su sector industrial, pero también riesgos.
“Como todos sabemos, el país ha estado viviendo un proceso de desindustrialización prematura y, en la medida que este proceso no se revierta, dejará de contar con una importante fuente de crecimiento económico y desarrollo para las siguientes décadas. En otras palabras, hay que definir una estrategia integral para fortalecer su industria y potenciarla hacia el futuro”, acotó Pavón.
Igualmente, el directivo de la firma, agregó que “por eso, consideramos que someter la industria colombiana a competencia desleal está muy lejos de ser la mejor manera de ganar esta apuesta por el futuro del país”.
Por su parte, Juan Esteban Calle, presidente de Cementos Argos, se sumó a los comentarios de desasosiego frente a esta situación, al afirmar que: “En la compañía siempre hemos expresado la preocupación al respecto. El producto que está llegando al país, con cero arancel, no está certificado por normas colombianas de calidad y sismorresistencia”, reveló el directivo.
Calle reiteró que, efectivamente, el insumo también llega al territorio nacional sin el cumplimiento de normas técnicas y ambientales. “Lo más preocupante es que se destinan para la construcción de vivienda, que es el sueño e inversión más grande de los colombianos. Esto, sin dejar de lado el impacto ambiental generado por la mala manipulación de estos productos en puertos y vías”, indicó.
Respecto a la competencia y a cómo ha cambiado el mercado en Colombia, el directivo anotó que “para nosotros el tema de fondo no es el número de compañías con las que competimos, sino las reglas del juego bajo las cuales lo hacemos.
“Es claro que cuando esta es equilibrada, beneficia a todos, especialmente a los clientes, pues nos motiva a innovar y a mejorar nuestros productos”, concluyó el Presidente de la cementera.
CONDICIONES AMBIENTALES
El estudio de la denuncia, también señala que la entrada de nuevos actores al sector, durante los últimos 10 años, ha llevado a que hoy las importaciones de esta materia prima acaparen el 55% de la nueva demanda, aspecto que ha aumentado la competencia en el sector y, por ende, la calidad en la importación a Colombia.
Fuente: Portafolio
Fotografía: Portafolio