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La radiografía crítica del sector transporte

La radiografía crítica del sector transporte

El sector transporte es uno de los que más retos tendrá durante estos cuatro años. Carreteras, sistema fluvial, red férrea, precio de los combustibles, renovación de la flota vehicular, seguros obligatorios e inflación, entre otros, son algunos de los puntos que están en la agenda del actual gobierno.

Justamente esta semana el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, dijo que el Gobierno hará todos los esfuerzos necesarios e incluso llegará a cobrar, “así sea por las malas”, a los propietarios de vehículos en Colombia, el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT).

  1. SOAT

Ante estas problemáticas, como la que incluye la baja cobertura actual del SOAT ante el incremento del parque automotor y la siniestralidad vial en el país, el ministro Guillermo Reyes González presentó algunas propuestas de solución.

En primer lugar, el jefe de la cartera habló de la instalación de una Mesa Interinstitucional, que incluye la participación de los ministerios de Salud, Hacienda y Transporte, así como de las Superintendencias de Transporte y Financiera, la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud y la Agencia Nacional de Seguridad Vial.

Y es que las cifras del primer semestre de 2022 son para prestar atención: de 17,6 millones de vehículos, 8,3 millones no tienen una póliza que ampare a las víctimas de accidentes.

Las cifras son similares en cuanto a la revisión tecnomecánica, que además se debe evaluar en la actualización de la flota transportadora.

  1.  Peajes

Entre las principales quejas del sector transporte están los peajes. Uno de los gremios más representativos de los transportadores es Colfecar. Su presidenta ejecutiva, Nidia Hernández Jiménez, comentó a EL NUEVO SIGLO que “los peajes pesan el 12% del total de los costos del sector. Históricamente este ha sido el mecanismo más común al que acude el Estado para financiar los proyectos de infraestructura, de manera que de acuerdo con el Invías hasta agosto en el país existían 166 estaciones a cargo del Invías, la ANI y los departamentos”.

Señala que “el alto costo de los peajes, sus incrementos anuales muy por encima de la inflación o el hecho de que se ha considerado que en algunos casos el contratista ya había logrado el retorno de su inversión y a pesar de esto se persiste en el cobro, han generado protestas de la ciudadanía en varias zonas del país, por ejemplo con peajes urbanos de Cartagena, los nuevos peajes en Cundinamarca, la Concesión Rumichaca-Pasto, Concesión Vías del Nus (Antioquia) y la vía de Bogotá a Villavicencio”.

Por eso han expresado sus preocupaciones: “hemos propuesto al Ministerio de Transporte la necesidad de contar con una política nacional de peajes, la cual debe articular a Invías, ANI, alcaldías y gobernaciones, para que no sigan como islas independientes y se propenda por la instalación ordenada de las estaciones (para evitar la instalación de peajes en tramos inferiores a 100 km entre uno y otro); definir que el ajuste anual de las tarifas no supere la inflación; la Supertransporte debería vigilar y controlar que el costo de los peajes debe ser directamente proporcional al estado y calidad de las vías, entre otros aspectos. Para los proyectos futuros debe involucrarse desde el principio a los gremios de las empresas de transporte de carga y pasajeros como veedores de las obras”.

  1. Chatarrización

La edad promedio del parque automotor de carga en Colombia supera los 21 años, muy por encima del promedio de América Latina. Una de las principales barreras para la renovación de flota es el alto costo de los vehículos (que ante la devaluación del peso han incrementado aún más su valor) y el sector financiero, lo que impide que los pequeños propietarios puedan comprar con mayor facilidad equipos nuevos, explica Colfecar a este Medio.

Además, una de las preocupaciones del gobierno de Gustavo Petro es la huella de carbono que producen los vehículos con muchos años de servicio. Según declaraciones oficiales del Ministerio de Transporte hasta abril de este año se desintegraron 1.636 camiones, de los cuales 365 se chatarrizaron en 2021.

No obstante, en 2019 se estableció la meta de chatarrizar 25 mil automotores a 2022. Así mismo, se han ejecutado $55.458 millones en reconocimientos económicos del Fondo de Modernización del Parque Automotor, recursos con los que se han beneficiado a 959 propietarios de vehículos.

“Es necesario contar con un plan de acción ambicioso que garantice el cumplimiento de las metas propuestas, con mecanismos de financiación flexibles y de los cuales se puedan beneficiar los pequeños propietarios de equipo, apoyándolos especialmente en facilidades al acceso al crédito, pues según cifras del Ministerio de Transporte para finales de 2020 aproximadamente 126.035 vehículos tenían más de 20 años”, expresaron desde la agremiación de transportadores.

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  1. Precio de combustibles

Una de las cifras que el sector transporte debe evaluar es el precio del combustible dentro del total de costos, pues de acuerdo con el DANE, los combustibles corresponden al 40% del total de los gastos operativos del transporte de carga.

Y según estimaciones de Fedesarrollo, una reducción del 10% en el precio de los combustibles generaría un aumento del 0,19% del PIB nacional, e incrementaría la productividad del sector transporte en un 0,79%.

Sin embargo, ese panorama se ve lejos por la actual coyuntura que vive el país en términos de precios internacionales de los combustibles y el déficit en el Fondo de Precios de los Combustibles (FEPC).

En ese sentido, Colfecar dice que “ha reiterado en diferentes escenarios al Ministerio de Minas y Energía la importancia de revisar en detalle la fórmula que actualmente se utiliza para la fijación de los precios de referencia del combustible y los períodos de actualización. Nuestra propuesta es mantener estable el precio en los últimos tres meses de este año y el año próximo para que las empresas de transporte puedan hacer sus proyecciones de costos en un escenario de menor incertidumbre”.

  1. Infraestructura vial

Según el Foro Económico Mundial, Colombia ocupa el puesto 81 de 141 países en el pilar de infraestructura vial de Índice Global de Competitividad. Para avanzar en esta materia, es fundamental terminar las obras clave para el país, como las Autopistas al Mar 1 y 2, a la mayor brevedad posible.

En las ciudades es determinante desarrollar una infraestructura logística especializada e implementar los Centros Logísticos de Distribución Urbanos (CLDU) de carga, pensando en que deben facilitar el transporte con el fin de llevar a cabo los procesos de consolidación y desconsolidación de la carga a unos tiempos específicos.

Además, Colfecar ha manifestado la importancia estratégica de construir vías perimetrales que permitan a los vehículos no tener que entrar a las ciudades cuando no lo requieran, reduciendo así tiempos improductivos, pues, por ejemplo, con el Túnel de La Línea se genera un ahorro de 50 minutos en el recorrido desde el Pacífico al centro del país, pero ingresar a Bogotá le toma a una tractomula más tres o cuatro horas. Por otra parte, hay una deuda histórica en materia de vías terciarias.

  1. Bloqueos

Aunque Colfecar señala que los bloqueos no son un gran problema para la industria y, por el contrario, son pocos los eventos de este tipo que se presentan, Alberto Palma, líder de la unión de transportadores Familia Camionera de Colombia, comentó a este Medio que para los pequeños transportadores, “cualquier acción que se genere en la ciudadanía y que bloquee las vías, el primer afectado es el transportador por carretera, porque se tranca la operación. Y en ese caso nosotros sufrimos las consecuencias porque se demoran los tiempos en la entrega de mercancías, para el consumo de combustible, y eso no es reconocido por el flete, no es reconocido por el intermediario de carga, por el generador de la carga ni por el destinatario de la carga”.

  1. Fletes

Así mismo, los fletes se han regulado por el Ministerio de Minas y Energía, y tanto Colfecar como los pequeños transportadores creen que está bien, pero pueden hacerse ajustes. “Nosotros tenemos algo que se llama el Sistema de Costos Eficientes, que es una fórmula que se aplica, y que está regulado por el Ministerio de Transporte, donde se obliga al intermediario de carga o empresa de transporte que le pague al transportador lo mínimo que dice esa tabla”, explicó Palma.

E indica que “la clase de estructura de costos de construcción eficientes, el indicador que nos dice cuánto pagar, incluye el precio del combustible y se actualiza cada dos o tres meses, dependiendo de las fluctuaciones o variables que haya en la canasta de precios del transportador”.

Por su lado, Colfecar afirma que “la Encuesta Nacional Logística determinó que el costo logístico sobre las ventas en Colombia es del 12,6 %, cuando en el resto de los países de la OCDE es del 8% y se estima que con la obligatoriedad del SICE-TAC este puede llegar al 16,5%”.

Fuente: El Nuevo Siglo

Imagen: Pixnio

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