Con la llegada de la temporada de zafra de granos, los transportistas de carga terrestre se enfrentan a un desafío considerable: largas esperas en los puntos de acopio debido a deficiencias en la infraestructura y problemas de gestión en el recibo de carga. Ignacio Asumendi, presidente de la Intergremial de Transporte Profesional de Carga Terrestre (ITPC), advierte sobre las consecuencias negativas que esto conlleva para todo el sector.
Asumendi destaca que, al inicio de la zafra, se establece una tarifa de referencia para los transportistas, pero luego surgen problemas relacionados con el rendimiento de los camiones, especialmente en los puntos de carga de granos, como las plantas de acopio y los puertos. Esta situación genera largas filas de camiones que pierden horas de trabajo, afectando la eficiencia de las operaciones en general.
Desde la ITPC, señalan que los actores involucrados no han tomado las medidas necesarias para atender las demandas crecientes de la actividad, lo que perjudica tanto a los transportistas como a la eficiencia de sus operaciones. Además, los transportistas deben asumir costos adicionales como resultado de esta inacción.
Asumendi subraya que, en muchos casos, los transportistas se ven obligados a enfrentar situaciones en las que no cuentan con la capacidad de recepción adecuada o la velocidad necesaria, lo que lleva a que el camión funcione prácticamente como un silo, aumentando los costos y las pérdidas.
Ante esta problemática, la ITPC ha habilitado un número telefónico para recibir a través de WhatsApp denuncias, reclamos o avisos de los transportistas que identifiquen cuellos de botella en el transporte de carga en todo el país.
Por otro lado, Asumendi reconoce que los clientes se quejan de las tarifas consideradas elevadas, lo que genera un dilema para los transportistas, ya que algunos clientes prefieren trabajar con transportistas que ofrecen tarifas más accesibles, lo que complica aún más el transporte de la mercadería.
La situación actual en la zafra de granos representa un desafío importante para los transportistas de carga terrestre, quienes enfrentan largas esperas, pérdidas financieras y una competencia desleal debido a la falta de medidas efectivas por parte de los actores involucrados.