La cantidad de intentos por darles solución a los problemas del sector de transporte individual de pasajeros parece no hacer otra cosa que confirmar la existencia de estos. El Gobierno presentó su proyecto de decreto para crear los taxis de lujo, que al cierre de esta edición seguía sin ser firmado, o a lo menos publicado por la Presidencia de la República. A pesar de que hubo actualizaciones con la publicación de los decretos del 24 y 25 de noviembre, el de taxis de lujo no figuraba allí.
Al paso del anuncio del Gobierno salió la firma tecnológica Uber a difundir que acompañaría la radicación de un proyecto de ley, que favorecería su existencia como empresa. Esta, sin embargo, puede ser vista como una movida que abre más interrogantes. En la Comisión Sexta del Senado, el pasado martes, su presidente Jorge Hernando Pedraza Gutiérrez aseguró que ningún parlamentario de esa comisión, encargada de los asuntos de transporte, hasta el momento, era autor, coautor o firmante de ese proyecto de ley.
“Quiero advertir que eventualmente habría un interés privado, ya que el Gobierno reglamentó ayer (lunes) –la creación de taxis de lujo– y entraría el parlamentario que lo firme, desde luego lo dejo simplemente como constancia, a incurrir eventualmente en una dificultad que podría acarrear una pérdida de investidura, en la medida en que ya se trata de la defensa de lo que todo el mundo sabe que es el proyecto de ley Uber”, dijo el senador Pedraza, quien agregó en diálogo con este diario que alrededor de las posibles nuevas normas ha habido mucha especulación. Sobre la medida anunciada por el Gobierno opinó: “Muchos creemos que el Gobierno lo que hizo fue cambiar el color de los taxis: dejaron amarillos con negro y ahora negros con amarillo”.
Según Pedraza, el de las plataformas tecnológicas es un debate aparte, que hay que dar. Algo similar opina la agremiación del transporte especial Acoltés, que la semana pasada, a través de un comunicado, aseguró que sobre la materia tecnológica hay mucha “incertidumbre en las modalidades implicadas como la de transporte especial”. Después del anuncio del decreto del Gobierno, que exige plataformas tecnológicas a las empresas que prestarían el servicio de taxi de lujo, Acoltés manifestó su desacuerdo, pues, según el gremio, el decreto desconoce el transporte especial y “crearía un mayor caos en la modalidad individual de taxi”.
Sobre plataformas tecnológicas hay intentos como el proyecto de ley que fue radicado en la Cámara de Representantes el pasado 29 de julio, que está a la espera de primer debate. Uno de sus autores, el senador Andrés García Zuccardi, por un lado, reclama al Gobierno que en el decreto de taxis de lujo se reconozca el trabajo del Congreso, pues él y otros parlamentarios ya habían presentado un proyecto de ley que creaba los taxis de lujo, pero fue retirado, según García, por presiones del Gobierno, los taxistas e incluso Uber. “Lo retiré con el compromiso de estudiar más a fondo el tema y buscar otras alternativas y presentárselas con anterioridad a otros senadores para que fueran coautores. Nuestras investigaciones llevaron a que una alternativa viable para darle solución no sólo al caso Uber, sino a todas las plataformas tecnológicas es trabajar a través de licencias”, explicó García.
El proyecto propone que las empresas de transporte que quieran implementar una plataforma tecnológica tendrían que obtener una licencia del Gobierno, pero no entra en detalles de cuánto costaría esa licencia ni si por ejemplo aplicaciones como Tappsi o Easy Taxi podrían trabajar con más de una empresa de transporte.
Por su parte, José Stalin Rojas, director del Observatorio de Logística, Movilidad y Territorio, dijo que en la propuesta del Gobierno “hay un énfasis en la seguridad y calidad. Sin embargo, vemos que lo que hizo fue crear un mercado para que los empresarios tradicionales puedan entrar y nos preocupa la sonrisa de estos empresarios tradicionales y los representantes actuales de los taxistas”. Aseguró que la medida del Ejecutivo neutralizó a Uber, pero que esta plataforma de todas formas tiene que ser incluida en el mercado, por ejemplo asociándose con empresas de transporte en un esquema en el que no salgan beneficiados los empresarios de los taxis. Eso, según él, ocurre en el sistema propuesto pues el mayor beneficiado es aquel que ya tiene un cupo.
Fuente: El Espectador
Fotografia: Flickr Jason Tester
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