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La calma le puede salvar la vida en un siniestro vial

Casi todos hemos sido testigos de un accidente de tránsito, bien sea cuando sucede, cuando nos sucede o cuando ya aconteció y nos convertimos en testigos o curiosos. La constante, aparte de un montón de gente tratando de ayudar, observando o grabando con sus celulares, es el desconcierto, la confusión, los nervios y la incapacidad de tomar decisiones con claridad. “Es normal que, en caso de un evento traumático como un accidente de tránsito con heridos o personas fallecidas, las emociones de los afectados sufran un trastorno de conciencia por estrés y tomen reacciones primarias motivadas por un sentido de autoprotección, miedo o tristeza que tal vez los lleve a incurrir en errores de procedimiento. Aunque es difícil, hay que tratar de conservar la calma y actuar con inteligencia emocional, pero el éxito para resolver el incidente dependerá del dominio de esas emociones y el estado de conciencia situacional que logremos recuperar en el momento”, dice la sicóloga Ruth Elena Estrada.

Y es que la conducción está tipificada como una actividad peligrosa por el propio Código Nacional de Tránsito y como tal, deben tenerse precauciones y medidas para evitar que suceda un accidente y si ya pasó, tratar de actuar de la mejor manera.

La Cruz Roja Internacional, por ejemplo, recomienda en sus manuales de metodología de accidentes que lo primero que debe hacerse es proteger la vida de las personas involucradas en el hecho. “Lo primero que hay que verificar mientras llega la atención médica, es que cada persona se encuentre bien, que no tenga heridas de gravedad, que esté consciente y alerta. Una vez comprobado el estado de cada uno de los afectados en el hecho, es recomendable aislar la escena o por lo menos alertar a los otros conductores mediante las luces de estacionamiento o conos y triángulos reflectivos puestos a distancia de unos 50 a 80 metros de los carros y proceder a llamar a las autoridades”, dice el socorrista Elkin Valderrama.

123 y #767, los números de la vida

El primer número que debe marcarse es el 123, el de emergencias en todo el territorio nacional. Procure dar los mayores detalles de los hechos, ubicación y si hay personas heridas o fallecidas. Si el accidente es en carretera, el #767 es el número indicado y, posteriormente, llamar a la aseguradora. Por eso es bueno, antes que nada, tener una buena póliza de amparo en caso de accidente y cargar en un lugar visible, como un llavero, un adhesivo, una placa o en la billetera, el número del seguro para que, desde allí, le proporcionen asistencia telefónica y le den instrucciones de cómo actuar. “Es muy importante llamar siempre al seguro. En los centros de asistencia hay personal capacitado para acompañar a los afectados mientras se envía el personal al sitio. Para efectos legales y reclamaciones posteriores, es muy importante dejar en manos de los expertos los procedimientos del caso”, dice Jorge Armando Pérez, asesor en pólizas de seguro.

Ojo, no mueva a los heridos.

Si hay una persona afectada de gravedad y que no pueda desplazarse por sus propios medios, lo más recomendable por las autoridades es no moverla con el fin de no agravar su condición. “Las únicas excepciones en estos casos serían que la vida del afectado corra peligro en el sitio, como, por ejemplo, un incendio inminente, un aprisionamiento por parte de la carrocería del vehículo, una creciente de agua o un deslizamiento de tierra. De resto, es mejor no acomodar al paciente porque puede tener lesiones medulares, óseas, o neurológicas que solo pueden ser atendidas en el lugar por personal experto en atención prehospitalaria (APH)”, dice el socorrista Elkin Valderrama.

Si los afectados no tienen heridas de gravedad, están conscientes y pueden moverse por sí mismos, lo más sensato es que se guarezcan a un lado de la vía, en una zona segura y retirados del tráfico y los curiosos para evitar otro accidente o situaciones que comprometan su seguridad personal.

No altere la escena.

Las aseguradoras recomiendan, a su vez, que se traten de tomar fotografías del incidente, estado y ubicación de los vehículos afectados y en lo posible, no mover los carros ni reubicarlos en otras zonas, esto con el fin de facilitar el levantamiento de los respectivos croquis por parte de las autoridades de tránsito y así determinar responsabilidades y esclarecer los hechos para proceder al pago de las pólizas e indemnizaciones a que dieran lugar. “Es muy importante, fundamental, que los documentos del conductor y del automóvil estén al día. Esto es, la licencia, la matricula del auto, el Soat y el certificado de la revisión tecnicomecánica”. También, es indispensable que se de una declaración lo más sucinta y lúcida posible, sin aceptar culpas en el lugar de los hechos porque estas responsabilidades las otorgan solo las autoridades competentes luego de los análisis periciales y las audiencias en la secretaría de tránsito respectiva. Generalmente, las compañías de seguros proporcionan un abogado especialista en estos incidentes para asistir al amparado”, concluye el asesor en seguros Jorge Armando Pérez.

Por último, tenga en cuenta que, si en el incidente hay heridos o personas fallecidas, es obligación de las autoridades retener los vehículos implicados en el hecho y llevarlos a los patios de la Secretaría de Movilidad más cercana, así como realizar las respectivas pruebas de alcoholemia a los conductores. Negarse a realizar este test puede acarrear la sanción máxima por esta contravención, que equivale a 1.440 salarios mínimos diarios legales vigentes, es decir, 43.6 millones de pesos.

Fuente: El Colombiano

Imagen: El Colombiano

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