Son varios los aspectos que se deben conjugar para ver rodando en las calles colombianas más vehículos eléctricos (VE) en el mediano plazo, unos son de carácter técnico y otros de voluntad tanto pública como privada.
En la parte tecnológica se viene perfeccionando el tema de las baterías, aumentando la autonomía de estas, que es una de las tareas en donde más investigación se viene haciendo en el mundo.
El otro en donde los fabricantes de automóviles han estado trabajando es llegar a estandarizar el tipo de conectores, lo cual facilitaría el desarrollo de la infraestructura de recarga.
Al respecto Juan Martín Zuluaga Tobón, vicepresidente Proyectos Especiales de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB), reconoce que en este momento existen varios tipos de cargadores, según el ensamblador del auto, sin embargo “ha habido un intento de unión entre los fabricantes alemanes y los norteamericanos con el sistema combinado, pero no se han puesto de acuerdo con los franceses y los japoneses”.
Esta situación les ha representado a las estaciones de servicio algunos inconvenientes, indica Sylvia Escovar, presidenta de la Organización Terpel, porque los carros vienen con diferentes formas de conectar.
Rubén Darío Cruz-Rodríguez, director de Innovación del Centro de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación (Cidet), reconoce que tanto en Colombia como en otros países, esto es un cuello de botella importante para garantizar la interoperabilidad entre los VE y los sistemas de recarga.
Actualmente se presenta una batalla entre la homologación de los enchufes para recargar los VE, entre la norma americana denominada Combo y la europea conocida como CHAdeMo, pero en el mercado, según Rodrigo Bastidas, gerente de División de Negocio Discrete Automation & Motion de ABB en Colombia, “existen estaciones de servicio que cuentan con ambos protocolos, por lo cual, si se tomara la decisión de crear una infraestructura, se podría comprar equipos que cubran la mayoría de vehículos en temas de recarga rápida”.
Además de estos factores hay otros donde se debe trabajar para masificar estos carros en Colombia y que dependen de las empresas de energía, la industria automotriz y el Gobierno Nacional, para que encuentren estímulos e incentivos para enfrentar las incertidumbres que implica el despliegue de estas tecnologías en el país.
Celsia, por ejemplo “está perfeccionando un plan para promover masivamente el uso de esta tecnología, el cual comprendería ofrecer a los dueños de VE planes de energía prepago, con tarifas especiales y ubicación de electrolineras en sitios estratégicos”, dice Carlos Salazar, gerente de Innovación de esta empresa.
Petición al gobierno nacional
Las empresas del sector eléctrico que vienen impulsando esta clase de autos en el mercado colombiano le están solicitando al Gobierno, entre otros temas, la eliminación permanente de aranceles.
Del mismo modo, consideran importante que para incentivar el uso de estos “que no tengan pico y placa, carriles preferenciales en algunos casos y cuando se trate de ciudades pequeñas, en donde la mayoría de la población labora en las grandes capitales, se pensara en tener tarifas especiales en los peajes, ese tipo de medidas contrarrestarían de una manera significativa el mayor costo de la inversión que deben hacer los ciudadanos para comprarlos”, indica Carlos Salazar, gerente de Innovación de Celsia.
Fuente: Portafolio
Fotografía: Wikipedia