Tres ingenieros y un concejal de Medellín analizaron en la UPB cuál es el combustible que se debe imponer en el transporte de la ciudad.
Energía, gas o gasolina, ¿cuál de estos combustibles es el más apropiado para impulsar la movilidad en Medellín? Esta inquietud fue analizada por tres ingenieros expertos en cada uno de estos temas y un concejal defensor del medio ambiente, en el programa institucional del Sistema de Bibliotecas de la Universidad Pontificia Bolivariana, Foro Ciudad Argumentada, que coordinó la periodista Ana Cristina Aristizábal.
En la charla participaron Andrés Emiro Díez, profesor de la Facultad de Ingeniería Eléctrica de la U.P.B.; Javier Arango Álvarez, de Autofrancia, Ricardo Vásquez Orozco, dueño de Autotest, y el concejal de Medellín Óscar Hoyos, líder ambientalista.
Al final se concluyó que en una ciudad como Medellín con más de 30 años de retraso en sus vías, la energía eléctrica, la peatonalización, la bicicleta y el transporte masivo serán los sistemas que se impondrán y, a más largo plazo, la energía nuclear.
Error histórico
El profesor Emiro Díez informó que en la U.P.B. opera un vehículo cuya autonomía la tiene la energía; sin embargo, se recurre a la gasolina solo después de 50 kilómetros por hora con el fin de recargar la batería. El prototipo ya ha recorrido 12.000 kilómetros.
Indicó que este automotor obtiene la electricidad de la red de EPM. De igual manera elogió que el Tranvía de Ayacucho se vaya a mover con energía, pero criticó que los buses articulados y padrones del sistema Metroplús no utilicen este sistema en el que Medellín es potencia por la generación de EPM, que ofrece un magaproyecto como Hidroituango, que aumentará la oferta.
Del gas que impulsa estetransporte, dijo que aunque EPM lo distribuye, lo tiene que adquirir de una tercera empresa, lo que incrementa los costos.
Esta afirmación fue apoyada por el concejal Óscar Hoyos, quien aseveró que fue uno de los corporados que votó para que el metroplús se moviera con electricidad.
Aseguró que no haber aceptado esta propuesta fue un error histórico que habrá que corregir dentro de 15 o 20 años.
Sin postes ni catenarias
Javier Arango, defensor del gas, indicó que este combustible es barato, fácil de instalar en los carros de gasolina, que en Medellín en un auto pequeño cuesta 2″700.000 pesos y es amigable con el medio ambiente por las bajas emisiones de CO2. Además, este combustible, dijo, hace más versátiles los buses articulados, porque no necesitan postes ni catenarias y pueden utilizar diversas vías.
Anotó que para que el sistema sea óptimo hay que acabar con tantos semáforos y resaltos.
Por su parte, el ingeniero Ricardo Vásquez, amigo de la gasolina, se lamentó porque los gobernantes y la misma ciudadanía se fueron en contra del uso de este combustible, que ha movilizado el desarrollo de la humanidad.
Añadió que se desconocen los esfuerzos que ha hecho esta industria por controlar las emisiones, que también las producen el gas y la energía en las termoeléctricas. “No nos hagamos el harakiri acabando con el motor de gasolina, porque la topografía tan empinada de gran parte de Medellín no permite otros sistemas puesto que restan potencia. Lo que hay es que regular su uso y aprovechar más el transporte masivo”, dijo.
Alertó que cuando los carros eléctricos cumplan cinco años habrá que cambiarles la batería, la cual hoy vale la mitad de lo que cuesta el automotor.
El concejal Óscar Hoyos destacó como alternativa la bicicleta, para lo cual radicó la propuesta de entrega de ellas a los estudiantes de instituciones públicas como el Instituto Tecnológico Metropolitano, el Pascual Bravo y el Tecnológico de Antioquia.
Finalmente, señaló que el carro eléctrico puede tener menos impuestos.
Fuente: El Colombiano
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