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TRANSPORTE AÈREO: Solo un avión operativo y bajos precios: cómo funcionaba Lamia, la empresa de charters que trasladó a Chapecoense

Solo un avión operativo y bajos precios: cómo funcionaba Lamia, la empresa de charters que trasladó a Chapecoense accidente del avión que trasladaba al equipo brasileño Chapecoense a Medellín, donde debía disputar la final de la Copa Sudamericana, sacudió al mundo. 75 víctimas fatales fue el saldo de una tragedia cuyas causas aún no están […]

Solo un avión operativo y bajos precios: cómo funcionaba Lamia, la empresa de charters que trasladó a Chapecoense

accidente del avión que trasladaba al equipo brasileño Chapecoense a Medellín, donde debía disputar la final de la Copa Sudamericana, sacudió al mundo. 75 víctimas fatales fue el saldo de una tragedia cuyas causas aún no están claras y que expuso como nunca antes a Lamia, una pequeña empresa aérea especializada en vuelos charters que solo volaba con el avión que cayó en suelo colombiano.

La empresa Lamia (Línea Aérea Mérida Internacional de Aviación) fue creada en 2009 en Venezuela para operar con vuelos domésticos en ese país. Sin embargo, pocos años trasladó su operación y sus aeronaves a Bolivia.

La empresa Lamia Bolivia se creó oficialmente el 31 de julio de 2015, cuando obtuvo el certificado de la AEC (Autoridad Aeronáutica Civil de ese país) que la habilitó para realizar vuelos chárters domésticos e internacionales de transporte de pasajeros, carga y correo. Hoy, tiene su base operativa en Cochabamba, la tercera ciudad más poblada detrás de Santa Cruz y La Paz.

“La empresa es netamente boliviana”, dice Gustavo Vargas a LA NACION, gerente general de la compañía, que en Venezuela fue fundada por el empresario local Ricardo Alberto Albacete Vidal y actualmente cuenta con 12 empleados, sin considerar a los tripulantes y personal de cabina. Según Vargas, Lamia en Bolivia tenía como copropietarios a los pilotos Miguel Quiroga Murakami, ex oficial de la Fuerza Aérea Boliviana que falleció en el accidente en Colombia, y a Marcos Rocha.

La empresa cuenta con tres aviones AVRO RJ-85, que la empresa alquilaba al empresario que fundó Lamia en Venezuela. No obstante, solo estaba operativo el que trasladaba a la delegación de Chapecoense y se accidentó en tierras colombianas. Según afirman desde la empresa, las otras dos aeronaves se encuentran en hangares de la ciudad boliviana de Cochabamba. “Están en mantenimiento”, dicen en la empresa, sobre estas aeronaves.

Los AVRO RJ-85 es un avión con capacidad para transportar a 95 personas y una carga máxima de tres toneladas. La empresa fabricante, British AeroSpace, quebró en 2001, año en que este modelo dejó de fabricarse (el accidentado es de marzo de 1999). Entre sus atributos, el AVRO RJ-85 cuenta con alas altas y cuatro motores, una característica que, según conocedores del sector aeronáutico, facilita su despegue en pistas cortas. Sin embargo, también genera mayores costos en su mantenimiento.

Clubes de fútbol como los locales The Strongest, Blooming, o The Strongest, Atlético Nacional (Medellín), Olimpia (Paraguay) o recientemente la selección argentina son algunos de los clientes de esta compañía que se enfocó en los vuelos charters, un nicho de mercado con poca oferta a nivel regional. “Además competía por costo. Un vuelo que otra empresa te lo cobra US$ 100.000, Lamia lo ofrecía por US$ 60.000”, le dijo a LA NACION una fuente del sector.

“Es una cuestión de boca en boca. Preguntás a otros clubes con quién viajó, qué tal fue el servicio y vas buscando referencias”, agrega un directivo de un club de la región que recientemente recurrió a Lamia para viajar a otro país a disputar un encuentro. “Ellos tenían buenas referencias y, la verdad, tampoco hay muchos a quienes recurrir”, concluye.

Fuente: La Nación

Imagen: Archivo Lamia

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