2.615 millones de pesos se procesaron en las 40 empresas colombianas habilitadas para emitir facturas electrónicas.
Bolivia, Honduras y Costa Rica son los otros países de la región que apenas comienzan a trabajar en la instalación de este sistema.
Mientras que países como Chile, Brasil y México encabezan la lista de los territorios que más están avanzando en la implementación de la factura electrónica, Colombia todavía está unos años atrás en este proceso.
Eso dice un informe del grupo Seres, una firma especialista en servicios de intercambio electrónico seguro de documentos desde hace más de 30 años y a nivel global, y con una presencia de 10 años en la región.
El documento indica que países como Colombia, Bolivia, Honduras y Costa Rica apenas empezaron su proceso de implementación hace un par de años.
La compañía dividió en cuatro grupos a los países de la región: alto, medio, bajo y en proceso, y en ese sentido, Colombia está de penúltimas.
En Latinoamérica, el formato electrónico se comenzó a utilizar en algunas naciones de la región en la década de los 90 y, con la entrada del nuevo siglo, su implementación se aceleró significativamente.
Así las cosas, la búsqueda de seguridad, trazabilidad e integridad del mensaje ha conducido a la mayoría de los gobiernos de la zona a establecer una normativa que impulsa la obligatoriedad de su uso y los procesos de “homologación” para intercambiar facturas. En la actualidad, el uso de la factura en su formato digital es obligatorio en Brasil, México, Chile, Perú, Ecuador, Argentina, Uruguay y Guatemala, mientras en Colombia apenas empieza.
Según Seres, en los últimos años la factura electrónica, e-factura o factura digital, se ha convertido en un eje esencial en la relación empresarial en estos países, desplazando poco a poco al papel.
El caso nacional
Aunque en el país las normas ya habían concebido el uso de la factura electrónica desde el año 2005, hasta el 2015 se reglamentó el uso de dicha herramienta y hasta este año inicia su implementación en el país; en contraste con Chile, que fue en el 2013.
“A partir del nuevo decreto, ya se habla de una masificación de la factura electrónica. Antes no había mucho interés por parte de las empresas colombianas, porque dicho proceso todavía le quedaba un camino largo para ser completamente reglamentado”, explicó Héctor García, presidente Ejecutivo de Certicámara, una de las firmas que certifica a las compañías nacionales para que implementen esta herramienta digital.
A la fecha, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), que es la entidad encargada de regular este proceso, recibió las primeras facturas electrónicas generadas por algunas empresas habilitadas para generar este tipo de documentos.
Según la Dian, el valor de estas facturas asciende a cerca de $2.615 millones, reportados en cuatro días por siete empresas, de las casi 40 habilitadas por para facturar electrónicamente.
Las entidad espera que, en menos de un mes, por lo menos 30 empresas estén facturando electrónicamente y generando un volumen de documentos en el orden de 15.000 diarios.
