En la construcción de las 145 pilas que soportarán las dos calzadas del puente, la conformación de vías de entrada y de salida en el sector de Castilla y la disposición de la infraestructura para dar forma a vigas y piezas de la parte superior, el puente de la Madre Laura suma un 24 por ciento de avance, según cuentas del secretario de Infraestructura de Medellín, Javier Darío Toro.
El funcionario explica que el paso entre las comunas 4 y 5, que corresponden a Castilla y Aranjuez, se compone en realidad de dos puentes, uno para cada sentido del tránsito entre ambos sectores.
“El puente sur ya tiene los carros de avance, que son estructuras metálicas que permiten ir construyendo, paso a paso, la parte superior. Así se harán las luces centrales”, apunta. En el costado occidental ya se han levantado la mayoría de las pilas que cargarán toda la obra, las más profundas en la parte central excavadas hasta 35 metros de profundidad.
Otra parte se hace en el suelo: se construyen las vigas, que se levantarán sobre la estructura del puente. “Ya tenemos el patio donde se construyen las infraestructuras para hacer las vigas”, anota.
Para conducir y caminar
Cuando el puente esté listo, en el segundo semestre de 2015 según el plazo previsto, irá desde el nivel de la carrera 65, cruzando la autopista Norte, la avenida Regional, el metro y el río Medellín, finalizando en una glorieta en el costado oriental, en zona de Aranjuez. Un total de 205.000 millones de pesos se invierten en la obra, que se podrá cruzar también en bicicleta o a pie.
Se diseñó como el puente intraurbano más largo del país, de 786 metros. En total serán 7,24 kilómetros carril de vías en el complejo, 10 kilómetros de andenes y 3,5 kilómetros de ciclorrutas.
En la actualidad, para cruzar entre Castilla y Aranjuez se debe recurrir a los puentes El Mico o de Acevedo, distantes cinco kilómetros. Un rodeo en automóvil, una dificultad en bicicleta o un largo camino para ir caminando.
Aurelio Ocampo, líder comunitario en la comuna 5, Castilla, confía en que el puente traerá muchos beneficios para los habitantes pues ayudará a romper barreras y a mejorar la convivencia. “La zona oriental y la nororiental de la ciudad ya no estarán tan separadas, con la entrada de esta obra”, señala. Espera que el espacio público mejore y las quebradas Minitas y La Herradura, que desde ya son intervenidas, corran de forma segura, y que se valoricen las viviendas.
Fuente: El Colombiano
Fotografía:
