Han pasado cinco días desde que un sector de transportadores de Rionegro cesó sus actividades. Desde entonces, las calles del municipio han sufrido bloqueos y la gente se vio obligada a caminar hasta sus trabajos. Pese a los intentos de diálogo entre los protestantes y Rodrigo Hernández, el alcalde, no ha habido forma de llegar a un acuerdo. El paro continuará de manera indefinida y la gente, tal parece, seguirá pagando las consecuencias.
El origen del paro radica en la implementación del Sistema de Transporte Integrado de Rionegro (Sitirio), que comenzó a rodar el pasado 15 de noviembre. El inicio del nuevo medio de transporte ha sido traumático y ha estado rodeado de críticas por parte de ciudadanos y transportadores.
El cambio de las rutas, la escasa información y las deficiencias del pago con código QR son algunas de las quejas frecuentes. Para los transportadores, además, con Sitirio les están “expropiando las rutas”, algo que el alcalde Hernández ha negado enfáticamente.
Ahora bien, pasados cinco días, ha habido varios intentos de diálogo entre transportadores y la Alcaldía. El último de ellos se dio en la mañana de este viernes, 10 de diciembre. Rolfi Alzate, uno de los líderes de la protesta, le contó a EL COLOMBIANO que, pese a la buena voluntad de negociar, no se llegó a acuerdo alguno y se levantaron de la mesa: “El alcalde nos hizo una propuesta para que se cambiara la implementación de las rutas en las veredas, pero que en las urbanas continuara igual. No estamos de acuerdo. El sistema no debe seguir funcionando y, por eso, seguiremos en paro indefinido”.
Según el transportador, el 80% de la flota de Sitirio está parada, pero la cifra real no se sabe con exactitud. Lo que sí es evidente es que el cese de actividades ha develado una confrontación entre ambas partes. Este jueves, 9 de diciembre, el alcalde hizo un llamado al diálogo y fue contundente con los transportadores: “Por favor, levanten el paro. Sigamos en la mesa de diálogo y permitamos el flujo vehicular (…) He recibido mensajes de transportadores que quieren prestar el servicio, pero que, a causa de unos mensajes que circulan, están generando intimidaciones y temor. Los invito a que salgan a trabajar. La administración, con la fuerza pública, garantizará su seguridad”, dijo.
Alzate, el líder de la protesta, negó la existencia de los mensajes mencionados por el alcalde, y dijo: “Nos quieren echar el agua sucia. No hemos amenazado a nadie para que no preste el servicio. Eso es una mentira”.
Los afectados
Con el paro, los más afectados han sido los ciudadanos. María Eugenia Tangarife, presidenta de la Junta de Administración Local del barrio El Porvenir, relata lo que han padecido estos días: “La gente está yendo a pie a trabajar. A otros les toca coger taxi o uber. La situación está muy compleja. A mí, por ejemplo, me tocó caminar hasta el palacio municipal a una reunión que tenía”.
Pero la mujer va más allá del paro. Criticó que el cambio de las rutas, desde que comenzó a operar Sitirio, ha perjudicado a los estudiantes y a los vecinos de su barrio. “La ruta ya no pasa por acá y hay que dar mucha vuelta. Ahora nos demoramos mucho más para ir a otro sitio. No estamos en desacuerdo con Sitirio, pues el transporte debe evolucionar, pero la forma es lo que ha fallado”, complementó.
En cuanto al paro, el alcalde ha criticado el bloqueo de vías, pero los transportadores se comprometieron a no cometer más cierres viales en el marco de la protesta.
A propósito de las afectaciones del paro, la Cámara de Comercio Oriente Antioqueño hizo un llamado al diálogo. A través de un comunicado, la entidad expresó: “Después de cinco días de paro en la prestación del servicio de transporte público en Rionegro se sienten los efectos para los comerciantes y empresas de servicios por la ausencia de sus clientes”.
Aunque no se ha hecho un estudio para cuantificar las pérdidas del comercio estos días, la Cámara señaló que los efectos ya se sienten.
Fuente: El Colombiano
Imagen: El Colombiano
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