Seguros

Alerta por implicaciones de proyecto que cambia el SOAT

La Comisión Sexta del Senado se apresta a votar este martes en su tercer debate reglamentario una reforma al Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito, SOAT, que pondría en aprietos no solo a este seguro sino al sistema de salud.

El proyecto de ley que se debatirá es la suma de varias iniciativas que tenían en común reducir la tarifa del SOAT, y que se acumularon en uno solo. Con ese argumento logró ser aprobado sin problema, a pesar de que distintas instancias privadas y gubernamentales han advertido al Congreso sobre los efectos negativos de esta reforma.

Las alarmas están prendidas en el Gobierno, pues la aprobación del proyecto pondría en riesgo una cantidad de recursos que alimentan el sistema de salud. El 45 por ciento de los recursos que se recaudan a través del SOAT se destinan a la Adres y el 55 por ciento restante es lo que se utiliza para cubrir los siniestros y la operación del sistema.

Además, los expertos advierten que los nuevos trámites que se amarrarían al SOAT afectarían la prestación inmediata del servicio de salud de urgencia a víctimas de accidentes de tránsito. Hoy, la atención se garantiza indistintamente sin importar si el vehículo causante tiene seguro obligatorio o no, pues la plata recaudada va a un fondo común destinado a proteger a las personas afectadas.

A través del SOAT se recaudan alrededor de 2 billones de pesos anuales, que se transfieren directamente al sistema nacional de salud, y cerca de 87.000 millones de pesos, a la Agencia Nacional de Seguridad Vial.

Pero los autores del proyecto afirman que con este lo que se busca es establecer medidas que permitan acabar la evasión, adoptar incentivos “que promuevan hábitos óptimos de conducción y de seguridad vial y establecer una nueva cobertura del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), que en ningún caso incrementará el valor de la póliza”.

Esto se lograría, según el proyecto, otorgando unos descuentos en la tarifa de la póliza si el usuario o tomador de la misma no se ve involucrado en siniestros de tránsito, es decir, si no la utiliza durante un año. Los descuentos por ese ‘buen comportamiento al volante’ les representarían a los dueños de motos y vehículos un descuento de hasta el 35 por ciento.

¿Por qué no es viable?

Desde el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Salud, la Superintendencia Financiera, la Agencia Nacional de Seguridad Vial, por el lado del Gobierno, y privados como la Asociación Colombiana de Corredores de Seguros, Acoas, y Fasecolda se ha enviado al Congreso conceptos advirtiendo de la problemática que crearía la aprobación del proyecto.

Todos coinciden en que de aprobarse el proyecto de ley, produciría un efecto contrario; es decir, un aumento en las tarifas de las pólizas porque habría que eliminar o reducir el subsidio que actualmente se otorga a los motociclistas.

Además, generaría un detrimento en los recursos que se recaudan a través del SOAT y son destinados al sistema de salud del país por medio de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres) y a la Agencia Nacional de Seguridad Vial.

El SOAT cubre las atenciones en salud de cerca de 700.000 víctimas de accidentes de tránsito cada año y este valor supera los 1,6 billones de pesos anuales. Las víctimas que cubre la póliza en un siniestro pueden ser conductores, pasajeros o peatones, y a cada uno se le garantiza que el SOAT cubra sus atenciones en salud hasta por 24 millones de pesos, sin importar si fue responsable o no del accidente, o si en un solo choque resultaron 1 o 50 personas lesionadas.

Para cubrir estos gastos, el SOAT funciona como una gran bolsa de recursos en la que se necesitan los aportes de la totalidad de los tomadores del seguro, pues es imposible cubrir tal magnitud solo con los que se siniestran.

Y un dato clave: hay que tener en cuenta que, en promedio, del total de pólizas de SOAT vigentes en un año, solo alrededor del 10 por ciento hacen uso de esta o son afectadas, por lo que se le daría el descuento que promete el proyecto a cerca del 90 por ciento de los vehículos asegurados.

Esto significa que se generaría un gran vacío de recursos en esa bolsa, que según Fasecolda, “sería imposible pretender cubrirlo con recargos a los que sí usaron el seguro y eso llevaría a una insuficiencia de recursos que terminaría acabando con este seguro, que cubre a todos los habitantes del país”.

Este martes, la Comisión Sexta del Senado tiene la palabra sobre este proyecto que, aunque bien suena muy atractivo para el bolsillo de los colombianos, pondría en aprietos el sistema de salud y la atención de pacientes y víctimas de accidentes de tránsito, que dejan en promedio unos 6.000 muertos al año en Colombia.

Fuente: Fasecolda

Imagen: Fasecolda

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