El director de la Aerocivil pidió a estas empresas informar mejor sobre los servicios prestados.
El nuevo director de la Aeronáutica Civil, Alfredo Bocanegra, pidió a las aerolíneas de bajo costo que informen mejor a los usuarios sobre qué es lo que les venden, cuando les compran un tiquete, para evitar más sanciones y reclamos. También habló de atrasos en obras, sanciones, concesiones y certificaciones.
¿Cuál es su prioridad frente a la Aerocivil?
La prioridad uno es el usuario. De nada nos sirve tener una buena infraestructura aeroportuaria si no privilegiamos al usuario. Igualmente, tener un buen relacionamiento con las aerolíneas dentro del ejercicio de autoridad. Comprendemos las dificultades que obligan a suspender operaciones, pero cuando vulneran derechos de los usuarios tienen que ser objeto de sanciones. Por eso, en compensaciones, este primer semestre pagaron más de 22.800 millones de pesos y en multas, más de 1.000 millones. Y vamos a continuar con eso. Las aerolíneas juegan un papel muy importante y necesitan mucha comunicación, sobre todo las de bajo costo. Es necesario que le digan a la gente qué le están vendiendo y aclaren qué no, para evitar las reclamaciones y sanciones.
¿Los cronogramas de las obras en aeropuertos se están cumpliendo? ¿Cuáles entregan este año?
Hay cronogramas que presentan atrasos. Por eso, asumimos el control directo y el seguimiento puntual en los frentes de trabajo.
¿Por qué los atrasos?
Los contratistas han alegado que los diseños para ejecutar las obras no correspondían a lo que se quería hacer. Los diseños los elaboraban las universidades, criterios que hemos cambiado totalmente. El diseño es fundamental en cualquier proyecto. Nos ha tocado muchas veces ampliar los plazos para estudiar los diseños o rediseñar, y sobre la marcha han surgido contingencias que han hecho necesario la suspensión de contratos, adiciones o mayores cantidades de obra, y eso ha llevado a retrasos. Pero también hemos tenido contratistas incumplidos, negligentes, que hemos sancionado severamente como lo acabamos de hacer con los contratistas de Guaymaral y Mompox. La idea es no solo poder multarlos sino, cuando sea el caso, llegar a inhabilitarlos.
¿Qué terminales entregarán este año?
Vamos a entregar obras de aeropuertos importantes para las regiones como el César Gaviria de Puerto Inírida, donde se hicieron inversiones por cerca de 14.000 millones de pesos. Dentro del Plan Nacional de Desarrollo, el concepto del presidente Santos es que la infraestructura permita el acceso a las regiones y a las personas. Es la razón por la que hoy tenemos frentes de trabajo en 28 departamentos y 47 aeropuertos, desde Leticia, en el Vásquez Cobo, hasta el aeropuerto Embrujo de Providencia, donde empezamos obras este primero de agosto. Es importante trabajar estos aeropuertos porque son el único medio ágil de comunicación y de transporte de la región, que depende ciento por ciento de esta actividad y de la turística.
En Providencia dirán que por fin…
Sí. También hay obras avanzadas en aeropuertos como (los de) Neiva y Florencia, que tuvieron inversiones en anteriores gestiones y por los que hoy se analiza la posibilidad de incorporarlos a unos procesos para que aumenten más las frecuencias.
¿En cuáles aeropuertos?
Por ejemplo, el de Armenia. Tiene mucha potencialidad y cuenta con autorización de la Aeronáutica Civil para hacer vuelos internacionales. Después de Cartagena y la Costa, el Eje Cafetero es el que mayor turismo atrae. Ahí vamos a realizar unas inversiones necesarias, previas a un proceso de concesión que está estructurando la ANI. Porque para grandes operaciones se necesitan grandes operadores, y la ANI ha estimado que una concesión puede ser la de Cali, que se vence en 4 años. Se le podría anexar en un paquete donde estén los aeropuertos de Armenia, Neiva e Ibagué. Un gran operador tiene mejores posibilidades de hacer mayor explotación en todos los sentidos de los terminales, infraestructura aeroportuaria y el aprovechamiento aeronáutico.
¿Planea un nuevo paquete de concesiones?
Así es. Tiene una gran ventaja y es que, con el tiempo, las inversiones por obra pública que se hacen con recursos de los colombianos no se pierdan. Usted puede cambiar baños, hacer ampliaciones de instalaciones, y si eso no tiene un doliente, un buen administrador –que no siempre el público lo es– no va a ser lo mejor.
¿Cómo serían esos nuevos paquetes?
Serían por grupos de aeropuertos. Un buen ejemplo es como funciona la concesión que tiene los aeropuertos de Medellín, Quibdó y Carepa. Si hoy no tuviera el aeropuerto de Quibdó un buen concesionario, posiblemente no se estarían haciendo las inversiones de hoy, con el centro de Servicios. Por ahora, se está estructurando el paquete de Cali.
¿Si vamos a tener, por fin, aeropuertos certificados este año?
Estamos trabajando en varios frentes para poder certificar los aeropuertos y recibir la recertificación de los que ya tenemos. Para el 2017 tenemos una visita y un convenio con Iata para que nos haga un acompañamiento en este propósito. Con el Ministerio de Educación buscamos que el Centro de Estudios Aeronáutico, donde se prepara y certifica el personal aeroportuario y aeronáutico único en Colombia, pueda alcanzar nivel de alta calidad de tal manera que se convierta en la universidad aeronáutica.
¿Y cuáles aeropuertos quedarían certificados este año?
Pereira, Bucaramanga y Cúcuta.
‘El Dorado II necesita tren’
¿Si no hacen el Regiotram, qué pasará con el plan El Dorado II?
El tema de El Dorado II es un proyecto liderado por la ANI. Nosotros apoyamos en el plan maestro. Por la experiencia como usuario puedo decir que el tren ligero o de cercanías es absolutamente necesario para que puedan funcionar los dos. Sería impensable llegar a Faca, con una conexión a Cartagena por El Dorado 1, y tener que venirse en un bus. Los grandes aeropuertos del mundo tienen sistemas de comunicaciones de trenes eléctricos muy rápidos para los desplazamientos. Confiamos en que con el liderazgo del Presidente y del Vicepresidente logren una concertación para beneficio de todos.
¿Por qué multaron a Guaymaral y Mompox?
El consorcio Autopista Guaymaral fue multado con $ 816’168.641 por incumplir con diseños y obras en los aeropuertos Guaymaral, Florencia y San Vicente del Caguán. Y la U.T San Bernardo, con $ 782 millones, por incumplir obligaciones con la pista y plataforma en el de Mompox.
Fuente: El tiempo
Fotografía: El tiempo