EE. UU. alista a su agro para un fracaso del TLC Funcionarios llaman a agricultores para ir alistando planes de contingencia.
La posibilidad de un fracaso en las negociaciones para renovar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), que une a Estados Unidos, México y Canadá desde 1994, es real. Hasta el punto de que el subsecretario de Agricultura estadounidense, Ted McKinney, está pidiendo públicamente al sector que haga planes de contingencia para protegerse ante tal eventualidad.
La agrícola será, según la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor’s, la industria que sienta el primer impacto directo. También una de la que más está presionando en Washington para evitar la salida de Estados Unidos del mayor acuerdo comercial del planeta. El campo fue un hervidero de votos para la victoria electoral de Donald Trump hace un año en las presidenciales. Pero, aunque los agricultores y granjeros son favorables a la “modernización” de los tratados comerciales que tiene Estados Unidos con el resto de sus socios, también le dicen que el pacto es útil para sus intereses y la negociación no puede ir a la deriva. Esta semana se celebra en Washington una nueva ronda de discusiones a nivel técnico para tratar de avanzar en algunas cuestiones y así allanar el camino a los negociadores principales, cuando a comienzos de años se reúnan en Canadá. McKinney, que está a cargo de comercio y asuntos agrícolas internacionales, dice que los trabajos no avanzan a estas alturas como esperaba. Lo prudente ante este atolladero, opina en una entrevista concedida a un medio especializado del sector, es que los productores de grano y de carne empiecen a tomar medidas. “Sabemos muy bien lo que piden, pero les aconsejamos a todos que se preparen con plantes de contingencia”, dice. En este sentido, señala al futuro, los productores deberían ver formas de diversificar sus negocios: no concentrar en México y Canadá el grueso de sus ventas en el exterior, como ocurre ahora. El Departamento de Agricultura está dirigido por Sonny Perdue, que hace un mes hizo un comentario en un tono similar. Entonces dijo que estaba en discusiones con la administración Trump y el Congreso para ver la manera de mitigar los efectos de un fracaso en la negociación comercial para proteger a los productores y responder al efecto negativo en los precios por el alza de los aranceles. Tanto Perdue como McKinney creen que hay margen para que el TLC 2.0 sea realidad. Estados Unidos busca con la negociación eliminar subsidios que considera injustos para su campo, porque esas ayudas permiten a los productores extranjeros vender por debajo del precio de mercado. McKinney culpa de la falta de progresos en la renegociación a la contraparte mexicana y canadiense. Pero el sector lleva meses expresando su frustración porque considera que no tiene el peso suficiente para influir en la negociación, como otras industrias. Washington insiste que entiende las “consecuencias” trágicas que tendría el abandono pero creen que los agricultores sabrán adaptarse.
Fuente: El Tiempo Imagen: Archivo El Tiempo Ver artículo original]]>