La movilidad en Bogotá enfrenta un nuevo desafío con el cierre de carriles en la Av. Primero de Mayo, autorizado por la Secretaría Distrital de Movilidad (SDM). Esta medida, que se extenderá por aproximadamente cuatro meses, tiene como objetivo la construcción de redes de servicios públicos en el marco del contrato EMB-163-2019. Sin embargo, el impacto en la movilidad de los ciudadanos será significativo, generando posibles congestiones y alteraciones en los tiempos de desplazamiento.
A partir del viernes 21 de febrero, desde las 10:00 p.m., se llevará a cabo el cierre de carriles en ambos sentidos (Oriente – Occidente y Occidente – Oriente) de la Av. Primero de Mayo, entre la carrera 51 y la carrera 51A. La intervención se realizará en distintas etapas y se mantendrá activa las 24 horas del día, lo que sin duda afectará a miles de ciudadanos que transitan diariamente por este corredor vial clave.
Según el cronograma de intervención presentado por el contratista, el plan de manejo de tráfico (PMT) aprobado establece lo siguiente:
- Etapa 2: Cierre de dos carriles en la calzada Norte. Para el sentido Oriente – Occidente, se habilitará un carril de la calzada Norte y otro en contraflujo sobre la calzada Sur.
- Etapa 3: Cierre de dos carriles en la calzada Sur. En este caso, se habilitará un carril en la calzada Sur y otro en contraflujo sobre la calzada Norte para el sentido Occidente – Oriente.
Los vehículos particulares, el transporte público y los camiones de carga deberán transitar por los carriles habilitados y señalizados de acuerdo con la fase de intervención en curso.



Si bien estas obras son necesarias para mejorar la infraestructura de la ciudad, el cierre prolongado de carriles en una de las principales arterias viales de Bogotá genera gran preocupación entre los ciudadanos. La Av. Primero de Mayo es un corredor estratégico que conecta diversos sectores de la ciudad, y cualquier afectación en su tránsito puede desencadenar caos vehicular y afectar significativamente los tiempos de desplazamiento de miles de personas.
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Los conductores ya anticipan demoras adicionales, especialmente en horas pico, cuando el flujo vehicular suele ser más denso. Los comerciantes y residentes de la zona también han manifestado su inquietud ante los posibles efectos negativos en sus actividades diarias, como la disminución del flujo de clientes y el incremento en los tiempos de entrega de mercancías.
Recomendaciones para los ciudadanos
La SDM ha emitido una serie de recomendaciones para mitigar el impacto de los cierres y garantizar la seguridad de los usuarios de la vía:
- Conductores: Se recomienda planear sus rutas con anticipación, transitar con precaución y acatar la señalización dispuesta en la zona de obras.
- Usuarios del transporte público y carga: Deberán seguir las indicaciones de los auxiliares de tránsito y respetar los carriles habilitados para su circulación.
- Peatones y ciclistas: Se exhorta a utilizar los andenes y senderos peatonales, así como a realizar cruces únicamente en zonas señalizadas para evitar accidentes.
La ejecución de proyectos de infraestructura siempre conlleva inconvenientes temporales en la movilidad, pero la clave está en la planificación y en la capacidad del Distrito para mitigar sus efectos negativos. Es fundamental que la SDM garantice una correcta señalización, agilice los trabajos y mantenga una comunicación constante con la ciudadanía para minimizar el impacto de estos cierres.
Los bogotanos están acostumbrados a enfrentar dificultades en la movilidad, pero la pregunta es: ¿hasta qué punto se les puede pedir paciencia sin ofrecer soluciones alternativas efectivas? Con un tráfico ya de por sí colapsado en muchos sectores de la ciudad, estos cierres ponen a prueba la resistencia y la organización de la capital. Ahora, solo queda esperar que las obras se cumplan en los plazos estipulados y que los beneficios a largo plazo compensen los sacrificios temporales.
Fuente: El Nuevo Siglo