La Habana (Prensa Latina) El transporte marítimo, considerado el vehículo del comercio mundial, navega por aguas turbulentas, impactado por la crisis económica provocada por la Covid-19.
La pandemia sacudió a este sector y sentó las bases para transformar a la industria y sus cadenas de suministro asociadas, según estimaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
En su Informe sobre el Transporte Marítimo 2020 publicado el pasado 12 de noviembre, el organismo consideró que este año el comercio global marítimo caerá en 4.1 por ciento debido a la perturbación sin precedentes causada por el nuevo coronavirus.
Esta situación sanitaria removió las cadenas de abastecimiento, las redes de transporte marítimo y los puertos, conduciendo al desplome de volúmenes de carga y frustrando las perspectivas de crecimiento, señaló.
A juicio de los expertos, ‘el panorama a corto plazo del comercio marítimo es desalentador. Los pronósticos acerca del impacto a largo plazo de la pandemia, así como del plazo y alcance de la reactivación industrial, están cargados de incertidumbre’.
‘La industria global de transporte marítimo figura en un lugar prominente en los esfuerzos para alcanzar una recuperación sostenible, por ser un facilitador vital en el buen funcionamiento de las cadenas de suministro internacionales’, afirmó el secretario general de la Unctad, Mukhisa Kituyi.
Según previsiones del ente internacional, el crecimiento del comercio marítimo volverá a territorio positivo y crecerá 4.8 por ciento en 2021, asumiendo que el rendimiento de la economía mundial se recupere.
En este contexto, resaltó la necesidad de que la industria de transporte marítimo apoye el cambio y se prepare para un mundo post Covid-19 diferente.
El informe destacó que para enfrentar el impacto de la crisis sanitaria, los actores del sector marítimo adaptaron sus operaciones, finanzas, protocolos sanitarios y de seguridad, así como también procesos y prácticas de trabajo.
Asimismo varios gobiernos, por medio de sus agencias fronterizas, autoridades portuarias y administraciones aduaneras, introdujeron reformas para mantener el flujo del comercio resguardando a la vez la seguridad de las personas.
Kituyi apuntó que ‘será importante evaluar las mejores prácticas que emergen de sus experiencias para fortalecer la facilitación del comercio en los años venideros’.
La pandemia -puntualizó el reporte- también expuso la falta de preparación del mundo ante crisis como éstas, y subrayó la urgencia de invertir en gestión de riesgo y en preparación de respuestas ante emergencias que afecten al transporte y a la logística.
Además, añadió el texto, la coyuntura sanitaria fortaleció la tendencia hacia la digitalización y la eliminación del papeleo en la industria del transporte marítimo, incluyendo los puertos, lo cual evidenció el necesario empleo de estándares e interoperabilidad de la documentación electrónica.
FUERTE IMPACTO EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
En la primera mitad del año en curso descendieron fuertemente el comercio de mercancías y las escalas portuarias en América Latina y el Caribe, reportó la Unctad en el referido informe.
Precisó que durante el segundo trimestre del año el comercio de mercancías en la región colapsó en 21 por ciento, en el rubro de exportaciones, y en 33 puntos porcentuales las importaciones.
En tanto, las escalas de barcos sufrieron una severa contracción en el primer semestre, del 11,7 por ciento, en relación a igual periodo del calendario anterior.
De acuerdo con las estadísticas divulgadas, las escalas de portacontenedores disminuyeron 4.1 por ciento, las de buques Ro/Ro (transportan cargamento rodado, ya sean automóviles, camiones o vehículos industriales) en 16.6, y las de pasajeros en 16.3.
Mientras, los arribos a puertos de los graneleros de carga seca bajaron 26.6, y los de carga líquida, 10.8 puntos porcentuales.
El reporte resaltó que a pesar de la resiliencia demostrada en la conectividad del transporte marítimo de línea, la cadena de abastecimiento marítimo en Latinoamérica y el Caribe enfrentó desafíos como en otras partes del mundo.
Entre ellos mencionó las dificultades para asegurar la presencia del personal y el movimiento de la carga hacia puertos desde territorio continental y viceversa.
El documento difundió un estudio del caso de la Autoridad del Canal de Panamá, instalación que, resaltó, se adaptó con rapidez a las condiciones impuestas por la crisis sanitaria y puso en práctica protocolos de seguridad y el trabajo a distancia.
En el primer semestre el Canal de Panamá registró 51 salidas suprimidas relacionadas con la pandemia, lo cual representó una disminución del tres por ciento en el tráfico de contenedores en el periodo de abril a junio, en comparación con la misma etapa de 2019.
Datos de la Unctad muestran que la cantidad de flotas navieras propiedad de países latinoamericanos y caribeños es limitada, solo el 1.26 por ciento de la capacidad de carga global.
Asimismo, las naciones de la región con mayor conectividad marítima son Panamá, Colombia, México, Perú y Ecuador.
HACIA LA EMISIÓN CERO DE GASES CONTAMINANTES
La Organización Marítima Internacional (OMI) abogó recientemente por acelerar la carrera hacia un transporte marítimo con emisiones cero de gases de efecto invernadero (GEI).
Para el secretario general de la organización, Kitack Lim, llegó el momento de empezar a desarrollar los buques, los combustibles y toda la infraestructura necesaria capaz de apoyar el transporte marítimo con emisiones cero.
Al enfrentar la Covid-19 debemos forjar una recuperación sostenible, en la que la lucha contra el cambio climático es primordial, acotó el directivo al intervenir en un evento sobre el tema organizado en noviembre por el Foro Económico Mundial.
Lim añadió que la OMI adoptó una estrategia con el objetivo específico de reducir las emisiones totales anuales de GEI en los barcos en al menos 50 por ciento para 2050, en comparación con 2008, lo que supone una disminución significativa de la intensidad de carbono para los buques individuales de más del 80 por ciento.
A la par, mencionó, realizan esfuerzos para eliminar por completo las emisiones de GEI del transporte marítimo, tan pronto como sea posible dentro de este siglo. Para ello necesitaremos novedosas tecnologías, nuevos combustibles e innovación, precisó.
En su opinión, la descarbonización solo será posible con inversiones específicas y asociaciones estratégicas, que también abordan las necesidades de los países en desarrollo.
Comunicó que impulsan la búsqueda de combustibles marinos sin carbono (hidrógeno o amoníaco renovable, por ejemplo), pero se necesitan más acciones para acelerar este proceso y esto significa grandes inversiones e infraestructura, significó.
‘El comercio marítimo es vital para la economía mundial. Todos debemos trabajar juntos para permitir una recuperación pospandémica y garantizar que el transporte marítimo tenga un futuro verdaderamente sostenible y descarbonizado’, sentenció Lim.
Fuente: Prensa Latina
Imagen: Archivo Prensa Latina
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